Salimos de la Ciudad de Panamá cuando todavía estaba oscuro y frío. Estaba amaneciendo y debíamos estar en el muelle una hora antes de la salida del ferry. Era el fin de semana de carnavales y estábamos por pasar tres días en uno de mis lugares favoritos en Panamá. Isla Bolaños, el paraíso en la tierra.
Tomamos un café en el muelle mientras esperábamos la salida del ferry. A las 7:30 a.m. dejamos atrás los rascacielos y la agitada vida de la ciudad, al menos por unos días. Una ligera niebla aun cubría algunos de los edificios cuando el barco comenzó a pasar cerca de los yates y de los barcos que esperaban su turno para cruzar el Canal de Panamá.
En el camino algunos dormían, otros bailaban con la música del DJ y otros íbamos soñando despiertos mientras cruzábamos la bahía en dirección a la Isla Contadora e Isla Viveros. Las primeras paradas del ferry.
Casi dos horas después de haber dejado atrás la ciudad, teníamos frente a nosotros un islote lleno de verdor y bordeado con una franja de arenas blancas y rocas teñidas de un color ocre. La alegría sobre el ferry era contagiosa.
En la isla no hay muelle, por lo que los pasajeros comenzaron a bajar uno a uno a las lanchas que se acercaban al ferry para llevarnos a tierra firma. Ya habíamos estado antes en la isla así que, mientras los pasajeros del ferry corrían a buscar un lugar con sombra, nosotros nos dirigimos por un pequeño sendero que cruza el Beach Club hacia otra playa en la parte posterior.
Fuimos el primer grupo en llegar a la playa posterior. Son kilómetros de arena blanca en un paisaje paradisiaco que parece salido de postal. Tomamos un minuto para ver el tranquilo mar, de color turquesa, y sentir la suave brisa que movía las palmeras a nuestro alrededor.
Pasamos el día en la playa disfrutando del eterno verano. Con un mojito en una mano y un buen libro en la otra, deseando el que el día no acabara.
La isla no es muy grande, por lo que caminamos unos minutos bajo el sol hasta que descubrimos una pequeña cueva que se comenzaba a sumergirse con la marea alta. Decidimos regresar a la mañana siguiente para explorar las cercanías de la cueva y caminar sobre las rocas que bordean la isla.
Después de almorzar, el resto de los pasajeros regresó al ferry para ir de vuelta la ciudad. En la playa solo nos quedamos un pequeño grupo. Éramos los huéspedes que pasaríamos el fin de semana en las cabañas del hotel escapando del bullicioso Carvanal. Ahora la playa recuperaba su serenidad y el espejismo de estar en una isla desierta nos rodeaba.
El atardecer nos encontró en la playa bailando al ritmo del antojo del DJ. Un padre pateaba un balón de futbol con su hijo y una pareja caminaba a lo lejos con las olas rompiendo a sus pies a la orilla del mar.
Cuando el cielo comenzaba a teñirse de naranja, fuimos a un bohío cerca de las cabañas para ver el sol sumergirse en el infinito océano. Esa noche cenaríamos con los otros huéspedes en el Beach Club antes de bajar a la playa con una botella de vino a ver las estrellas.
Si este no es el paraíso, que me despierten ahora.
#rutasypostales
La Isla Bolaños se encuentra en el Archipiélago de las Perlas, a 32 millas de la Ciudad de Panamá. Siendo casi dos horas de navegación en ferry.
El Archipiélago de las Perlas está compuesto por cerca de 39 islas y 100 islotes. Es el segundo archipiélago más visitado en Panamá, seguido de Guna Yala, y conocido por sus paradisiacas playas que esconden historias de piratas y los secretos de ricos y famosos que encontraron en sus islas un hogar.
El archipiélago también es el hogar de una diversa fauna. La mayoría de las islas están deshabitadas y se mantienen completamente vírgenes. Entre los meses de julio y octubre sus aguas son visitadas por ballenas y delfines.
Si estás en la Ciudad de Panamá, puedes visitar la isla de Bolaños viajando en ferry, con opción de pasadía o con estancia en el Sonny Island Resort.
El precio del pasadía es de $135.00 por persona e incluye: boleto del ferry, almuerzo, bebidas no alcohólicas, uso de sillas de playa y acceso a las duchas y sanitarios en el Beach Club del Sonny Island Resort.
El ferry parte de la Marina de Flamenco, ubicada en el Causeway, Amador, a las 7:30 a.m. y regresa a las 3:00 p.m. Es importante que reserves cupo, al menos con 24 horas de anticipación, y que puedas llegar al muelle una hora antes para hacer el check-in. La travesía a la isla toma aproximadamente dos horas.
Para llegar a Flamenco puedes ir en tu carro y dejarlo en los estacionamientos de la marina. También puedes llegar en taxi o Uber.
Si deseas desconectarte y pasar una noche en la isla, puedes hospedarte en el Sonny Island Resort. El resort cuenta con 10 cabañas amigables con el ambiente y un Beach Club con duchas, sanitarios y bar en la playa.
La tarifa por persona es de $180.00 por noche, la cual puede variar en temporada alta y días festivos. La tarifa incluyen desayuno, almuerzo, cena y bebidas no alcohólicas. Las bebidas alcohólicas son por consumo y llevan un cargo adicional.
Las cabañas cuentan con baño y duchas privadas, así como de suministro eléctrico, el cual es proporcionado por paneles solares. Para los más aventureros, hay opción para acampar o para alquilar unas cabañas tipo tiendas. Ideal para amanecer con una hermosa vista al mar.
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